Tratamientos

La recuperación, en esclerosis múltiple, significa que desaparecen los síntomas parcial o totalmente, lo que también puede durar semanas, meses e incluso años. El tratamiento de la esclerosis múltiple tiene tres aspectos, coincidiendo con la finalidad que se persiga:
- Modificar la evolución de la enfermedad. Ante un brote de esclerosis múltiple se suele administrar cortisona. La administración (por vía oral o en inyección) debe realizarse en un centro hospitalario, donde también decidirán la dosis (cantidad) adecuada.
- Aliviar los síntomas. Hay tantos tratamientos como síntomas, y cada enfermo es un caso diferente. Estar en contacto con el neurólogo es la parte más importante del tratamiento. Él indicará cómo mitigar o eliminar los síntomas. Superar las secuelas Después de un brote de esclerosis múltiple, la rehabilitación ayuda a reincorporarse a la vida cotidiana y adaptarse a las nuevas condiciones. Cada fase de la enfermedad necesitará una rehabilitación distinta con profesionales distintos: neurólogos, urólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, oculistas, asistentes sociales, psicólogos
- Recursos para enfrentarse a la enfermedad. El enfermo no está solo ni indefenso ante los efectos físicos y psicológicos que tiene la esclerosis múltiple.
- Recursos individuales.
- Hablar de lo que pasa y de los sentimientos que la situación provoca
- Tener una actitud positiva de cara a la superación de los síntomas
- No rechazar la ayuda de personas cercanas ni de profesionales
- Llevar una vida disciplinada y tranquila
- Establecer prioridades, estrategias para desarrollar una vida social y pensar en situaciones que hagan sentirse mejor
- Determinar objetivos y hacer planes de futuro
- Tomar la iniciativa en todo aquello que afecta a uno directamente
- No lamentar las decisiones tomadas Recursos sociales
- Evitar que la enfermedad sea el centro de la vida del enfermo y de su familia
- No buscar culpables de la enfermedad ni de lo que no salga bien
- Aprender técnicas de relajación para superar las situaciones críticas
- No dudar en acudir al psiquiatra, al psicólogo, al fisioterapeuta o a cualquier profesionalque pueda ayudar a superar los trastornos asociados (depresión, pérdida de movilidad, etc.)
Aun con un diagnóstico de esclerosis múltiple, es posible llevar una vida activa y plena. No obstante hay cambios que es necesario realizar y asumir. Para las personas que rodean al enfermo tampoco es fácil aceptar la enfermedad. Hablar de forma abierta y franca es el mejor principio para asimilarla.
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